diciembre 6, 2024

Qué son los gases de efecto invernadero y cómo reducir las emisiones

Los gases de invernadero o el efecto invernadero son un grupo de gases que, cuando se liberan a la atmósfera, retienen parte del calor que vuelve a irradiar la Tierra como consecuencia de la radiación solar.

¿Qué son los gases de efecto invernadero?

Existen varios gases de efecto invernadero con características muy diferentes, que tienen en común una estructura química y física particular que permite a sus moléculas retener el calor. Los más presentes en la atmósfera son:

vapor de agua (H2O)
dióxido de carbono (CO2),
metano (CH4),
óxido nitroso (N2O),
del grupo de los clorofluorocarburos (CFC).

¿Para qué sirven los gases de efecto invernadero?

Los gases de efecto invernadero son esenciales para la existencia de la vida en la Tierra. El efecto invernadero debido a estos gases impide que la Tierra descienda a temperaturas muy bajas (-18°C de media, https://www.oce.global/en/resources/climate-science/ipcc-special-report-global-warming-15degc-summary-teachers), lo que impediría la vida en nuestro planeta. El efecto invernadero se llama así precisamente porque recuerda a lo que ocurre en los invernaderos.

La presencia de una barrera de características adecuadas (es decir, capaz de retener parte de la radiación solar evitando su reflexión total) permite que el ambiente en el interior del invernadero alcance una temperatura suficiente para el crecimiento de las plantas, incluidas las hortalizas y las frutas en lugares o épocas del año en que las condiciones climáticas, sin invernadero, no serían normalmente suficientes. Para los invernaderos, la barrera consiste en una capa de material plástico, mientras que para la Tierra, esta barrera consiste en estos gases particulares de la atmósfera.

Gases de efecto invernadero y calentamiento global: ¿qué correlación existe?

La creciente concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, debida principalmente a la combustión de combustibles fósiles, atrapa una cantidad cada vez mayor de calor dentro de los límites de la atmósfera terrestre. Ello tiende a modificar y desencadenar distintos y complejos fenómenos atmosféricos: olas de calor, evaporación de enormes masas de agua y su migración, lo que provoca sequías e inundaciones, formación de huracanes frecuentes y cada vez más devastadores e incluso olas de frío anormales. Por eso, desde hace algunas décadas, se prefiere hablar de «cambio climático» y ahora de «crisis climática», en lugar de sólo de «calentamiento global».