Las enfermeras son uno de los profesionales más solicitados en la industria de la salud. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el aumento de la población que envejece se traduce en una demanda cada vez mayor de enfermeras. Por desgracia, parte de la futura población que envejece son los actuales enfermeros.
Por lo tanto, se espera que la tasa global de participación en la fuerza laboral disminuya en un 61% en 2026. Esto pasará factura a los nuevos enfermeros, ya que tendrán que enfrentarse a un mayor número de pacientes por enfermero.
La carrera de enfermería es también una de las profesiones más estresantes en el ámbito de la sanidad. No saber gestionar el estrés puede salir muy caro en el ámbito hospitalario, ya que provoca cansancio, ansiedad, mal humor y otros efectos negativos para la salud.
¿Qué causa el desequilibrio entre la vida laboral y la personal de enfermería?
Aunque todo el mundo está de acuerdo en que lograr un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal es óptimo para el desempeño del trabajo, el equilibrio entre la vida laboral y la personal de enfermería es difícil de lograr.
La salud y el bienestar de los pacientes están en juego, y las enfermeras proporcionan cuidados curativos que requieren gran atención y experiencia. Las exigencias diarias pueden pasar factura física y emocional a las enfermeras.
Además, las enfermeras tienen a veces horarios irregulares. Los pacientes necesitan cuidados las veinticuatro horas del día, lo que requiere turnos de noche u otros horarios de trabajo no tradicionales. Muchas enfermeras hacen turnos largos u horas extras.
Quizás, más que ninguna otra razón, es la naturaleza altruista de las enfermeras la que dificulta el equilibrio entre la vida laboral y la personal. A los enfermeros les resulta difícil decir «no» cuando alguien necesita su ayuda. Esto les lleva a derramar continuamente su energía de corazón.
Sin embargo, incluso en escenarios de mucho estrés, es posible fomentar un modo de vida saludable. He aquí 10 consejos para ayudar a los enfermeros a lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Acepte lo que no puede cambiar y cambie lo que sí puede
En cualquier trabajo, habrá cosas que desearías poder cambiar. A veces podrás hacerlo, pero a menudo no.
Lo primero que puedes hacer es aceptar el estrés. La aceptación es una buena forma de combatir el estrés. Reconoce que hay ciertas cosas que no puedes cambiar y, a continuación, desarrolla tus propias estrategias de afrontamiento para hacer frente a tus sentimientos.
Las enfermeras suelen ser empáticas por naturaleza y pueden llevar cargas muy pesadas. En algún momento del día, puede que necesites alejarte, respirar profundamente y reorientar tu perspectiva.
Además de aceptar las cosas que están fuera de su control, acepte las que sí lo están, en particular sus sentimientos y su actitud. Aunque quieras ser perfecto en la prestación de servicios sanitarios a tus pacientes, pueden producirse errores. Lo mejor es levantarse, admitir los errores y seguir adelante.
Define tu propósito en la vida
La enfermería se ve a menudo como una llamada, un propósito que impulsa su carrera. Las enfermeras iluminan y amplían la vida ayudando a los pacientes a sanar en mente, cuerpo y espíritu.
Abrazar esta vocación puede ser abrumador cuando empieza a afectar a otras partes de tu vida. Al fin y al cabo, usted no es sólo una enfermera. También puede ser un cónyuge, un padre, un hijo o un amigo.
Cuide su salud emocional
Para ser eficaces a la hora de ayudar a los pacientes a mantenerse sanos, los enfermeros deben estar en un buen lugar física y emocionalmente. Se puede lograr un buen equilibrio entre el trabajo y la vida privada si uno mismo es fuerte.
Como enfermera, entiendes que hay que cuidar a la persona en su totalidad, pero ¿vigilas tu propia salud integral? Si no es así, este es un aspecto de tu vida que puedes mejorar. Tendrás más energía no sólo para cuidar de tus pacientes, sino también para cuidar de tu familia.
Simplifique su vida
Simplificar la vida puede ser un reto. Esto es especialmente cierto para una enfermera que trata con muchos pacientes o situaciones complicadas fuera del trabajo. Por ejemplo, una enfermera puede cuidar de sus padres ancianos en casa o compaginar las responsabilidades de la maternidad con el trabajo.
En el lugar de trabajo, busca formas de implementar procesos que faciliten tu trabajo. Gracias a la tecnología, puedes utilizar aplicaciones que te ayuden a controlar y responder a tus pacientes. También hay aplicaciones que te ayudan a gestionar tu tiempo en el trabajo y tu vida personal.